Para unos son un símbolo de modernidad; para otros, dos armatostes de hierro y cristal que afean todavía más el urbanismo un tanto desordenado de Santa Cruz de Tenerife, la capital de la mayor de las Islas Canarias.
Su carácter moderno se encuentra ensalzado por su entorno: junto a la Avenida Tres de Mayo, el Centro Internacional de Ferias y Congresos, el majestuoso Auditorio, el Palmétum, El Corte Inglés y, por supuesto, el Parque Marítimo de César Manrique. Lo más de lo más.
Para sus detractores, estas torres tan sólo representan el ficticio modernismo de una devaluada ciudad que, sostienen, ya debería haber cedido la capitalidad insular a la vecina e histórica San Cristóbal de La Laguna. Unas críticas que se acentúan por la proximidad al complejo del mayor lunar de Santa Cruz (y en esto sí que coincide casi todo el mundo): la refinería de petróleo.
Pero, sea como fuere, lo cierto es que las ‘Torres Gemelas’ tinerfeñas ostentan varios récords que resulta conveniente destacar. En primer lugar, se trata de los rascacielos más altos de Santa Cruz de Tenerife, de Tenerife y de Canarias.
Además, entre 2004 y 2010 se convirtieron en el complejo residencial más elevado de España, aunque actualmente ocupan el tercer puesto en esta categoría. De igual modo, llegaron a ser el octavo complejo más alto de España en el momento de su construcción, aunque ya han cedido siete puestos.
De lo que todavía pueden presumir es de ser las torres gemelas más altas del país (superando en seis metros las inclinadas Torres Kio madrileñas), así como los edificios más altos de la España insular y, por último, los primeros edificios de Canarias en albergar grandes antenas o pararrayos en sus azoteas.
Desde el punto de vista arquitectónico, se trata de dos espectaculares torres de más de 40.000 metros cuadrados, con cinco plantas subterráneas, una planta baja de carácter comercial, 32 plantas con 272 viviendas y una superficie construida de casi 30.000 metros cuadrados.
El acondicionamiento del lugar que ocupan comenzó en 2001, aunque la Torre I, construida por Ferrovial, no se terminó hasta 2004, y dos años después concluyeron las obras de su ‘gemela’, levantada por la empresa Candesa.
Foto Vía: Fotos Aéreas de Tenerife